sábado, 22 de septiembre de 2012

Chícharos


El chícharo (Lathyrius sativus) es una planta de la familia de las fabaceae. De carácter perenne es una hierba alta y trepadora que fue introducida en las islas y que crece tanto en tierras de cultivo como en tierras baldías. Se ha empleado tradicionalmente como forraje para el ganado aunque también, que es a lo que vamos, se han utilizado sus legumbres desde tiempos inmemoriales en la alimentación humana.

Como ocurre con tantos y tantos productos alimenticios tradicionales de las islas, está en absoluto retroceso, siendo casi imposible encontrarlos en las islas occidentales aunque, afortunadamente si podemos hallarlos con relativa facilidad en Lanzarote y Fuerteventura. Los de la fotografía son gentileza de un buen amigo que me los trajo de la zona de Haría, en Lanzarote.

La revista Pellagofio dedicó hace unos años un monográfico dedicado a las semillas tradicionales de Canarias donde, bajo el epígrafe Un tesoro cuya conservación no está garantizada se recoge una interesante muestra de nuestros granos tradicionales en peligro de extinción.

Llama poderosamente la atención el hecho de que estamos dejando perder una parte importante de la interesante cultura gastronómica canaria. Estos productos son una joya que nos viene del pasado y que, por lo tanto, forman parte de nuestro patrimonio. Todos los esfuerzos que se hagan para su conservación son pocos y, tal vez, deberíamos empezar a aprender de los portugueses que están tratando de recuperar también sus tradiciones culinarias entre las cuales se encuentra, por supuesto, el chícharo, o mal amado.

Por si les apetece cocinarlos, aquí les adjunto una receta de un riquísimo potaje que encontré en la red y que adapté un poco a mi gusto.

Potaje de chícharos

1 kg de chícharos,
4 costillas saladas de cochino,
2 chorizos (opcional)
piñas de millo,
papas,
batata,
1/4 calabaza,
tres dientes de ajo,
una cebolla,
un pimiento,
un tomate maduro,
perejil,
tomillo,
hierbahuerto,
sal, agua
aceite de oliva.

Se ponen los chícharos en remojo toda la noche, y las costillas si son saladas. Al día siguiente en un caldero con abundante agua hervimos los chícharos y las costillas. En el primer hervor añadimos, bien picado, la cebolla, el pimiento, los ajos, la piña de millo y los tomates. Seguimos el guiso hasta que casi esté e incorporamos el perejil y el tomillo. Cuando queden unos 20 minutos de cocción se añaden la batata y las papas y, finalmente, un par de hojitas de hierbahuerto.

Un consejo: los platos de legumbre se hacen de forma inmejorable con las ollas rápidas o express. Lo único que hay que tener en cuenta son los tiempos -con veinte minutos suele ser suficiente- y tener mucho cuidado de que no se peguen.

Disfrútenlo, vale la pena.

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