Aunque, en una excelente entrada
de su blog, Mikel López Iturriaga incluye entre las tediosas abominaciones
culinarias de los restaurante de hoy, que el llama los platos más sobados, “el
gazpacho de cualquier fruta que no sea tomate”, no me resisto a aportarles una
receta que, parodiando el viejo debate cultural entre evolucionismo y
difusionismo, a lo mejor ya existía cuando la descubrí por mí mismo hace ya algunos años.
Es un salmorejo de beterrada (remolacha) y se hace con los siguientes
ingredientes:
6 beterradas guisadas (Pueden ser de las que venden ya cocinadas)
1 diente de ajo sin el
germen.
50 gramos de pan blanco.
Aceite de oliva virgen.
Vinagre de Jerez.
Sal.
Requesón de cabra
.
Remoja el pan en agua. Trocea la beterrada. Tritúrala con
un diente de ajo, el pan blando, cuatro cucharadas de aceite, un poco de
vinagre y sal. Guarda el puré en la nevera.
Ojo con el vinagre. Tiene que tener un punto justo para darle el toque de acidez al plato pero no hay que pasarse. Empezar mejor a echarlo poco a poco y probando.
Ojo con el vinagre. Tiene que tener un punto justo para darle el toque de acidez al plato pero no hay que pasarse. Empezar mejor a echarlo poco a poco y probando.
Para servir, vierte el salmorejo en vaso o plato y pon
encima una cucharada pequeña de requesón.
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