viernes, 31 de agosto de 2012

Una codorniz y un narciso


José Ángel Valente, poeta, ensayista y profesor universitario, nació en Orense el 25 de abril de 1929. Se licenció en Filología Románica en 1954 con premio extraordinario. Desde 1955 hasta 1986 residió fuera de España impartiendo clases de lengua y literatura españolas en la Universidad de Oxford; en Ginebra, donde trabajó, además como funcionario internacional de la ONU. Luego en París, donde dirigió el servicio español de traducción de la UNESCO. En 1986 se instala en Almería, residencia que alterna con París y Ginebra. Siguió ligado a la docencia, dictando clases, como profesor visitante, en universidades como la de Irvine, en California (Estados Unidos).

Aunque sus primeros poemas se publicaron cuando aún era estudiante, Valente se dio a conocer en el mundo literario al conseguir el Premio Adonais de Poesía, en 1954, con su libro "A modo de esperanza".
Perteneciente, por nacimiento y edición, a la generación llamada del 50 o del medio siglo, comenzó siendo un poeta testimonial e irónico, hasta que a partir de "El inocente", en 1970, su poesía adquiere un acento epigramático y conceptista.

Fue sometido a Consejo de Guerra en 1972, al considerarse que en el cuento "El uniforme del general", incluido en el libro "Número trece", aparecían conceptos ofensivos para el ejército. Al tener por entonces su residencia en Ginebra, fue declarado en rebeldía. En 1984 recibió el premio de la Fundación Pablo Iglesias, así como el Premio Nacional de Literatura en 1993 y el VII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1998. Su obra poética ha sido abundantemente traducida al francés, pero también a otras lenguas europeas, como el inglés, el francés, el italiano o el alemán. José Ángel Valente falleció en julio de 2000. Junto con las ya citadas, destacan entre sus obras las siguientes: "Poemas a Lázaro" (1960), con la que obtuvo el Premio de la Crítica,"Presentación y memorial para un monumento" (1970), "Interior con figuras" (1976), "Tres lecciones de tinieblas" (1980), con la que gana nuevamente el Premio de la Crítica, "El fulgor" (1985), "No amanece el cantor" (1992) y "Nadie" (1996).

Además de su obra poética, José Ángel Valente escribió textos narrativos y poéticos en prosa como "Numero trece" (1971) y "El fin de la edad de plata" (1973) En este último, gracias a las enseñanzas de los sabios orientales, a la Cábala, a los textos de los grandes hombres de espíritu europeos, y en particular españoles, Valente recobra una tradición en la que confluyen la poesía y la mística. La violencia de estas páginas, llenas de sarcasmo, escarnio, iluminaciones y pesadillas, abonan en todo momento una idea liberadora de transgresión.

Incluye en el libro Segunda variación en lo oblicuo, donde describe una pintura atribuida la emperador chino Hui-tsung (1082-1135), que reinó como octavo emperador de la dinastía Sung desde 1101 a 1125, y es conocido por su vida extravagante, debida en parte a la decadencia y casi colapso del imperio y a la transmisión del poder a sus enemigos. Sin embargo, también es famoso por su pasión por la pintura, caligrafía poesía y prosa. Sus pinturas y caligrafía muestran un excepcional refinamiento y observación de los detalles. Sus pinturas de pájaros y flores, en particular, son famosas por su realismo y belleza. Hui-tsung fue el motor de la Academia de Pintura de finales de la dinastía Sung del Norte y su influencia en la primera pintura china es muy importante.


Segunda variación en lo oblicuo

El emperador Hui-Tsung pintó con exquisito cuidado en el detalle una codorniz y un narciso. Ni el ave ni la flor ocupan en la hoja del álbum el centro del espacio iluminado, sino un lugar de más ligera luz en la esquina derecha. Aunque pintados con la pericia de un experto en la contemplación de la naturaleza, ni el ave ni la flor pueden ser centro, sino tan sólo indicación del centro o guía del ojo que los mira para alcanzar la forma no visible en que el ave y la flor están inscritos. Del poder y la gloria, de las victorias militares poco supo el monarca derrotado. Sobreviven, en cambio, en una esquina de luz atenuada sólo el ave y la flor. Señalar una esquina ya es bastante, según Hui-Tsung sabía de Confucio. Para quienes no puedan hallar las otras tres inútil fuera repetirse.


lunes, 27 de agosto de 2012

El Shannon


El río Shannon, en su apacible camino hacia el mar, llega a los restos del antiguo monasterio de Clonmacnoise (Cluain Mhic Nóis en gaélico), en el condado de Offaly. Todavía le falta media Irlanda para llegar al océano, pero no tiene prisa.

Lo ven pasar unas ruinas inverosímiles, dos vacas contentas y la verde hierba de agosto.




viernes, 24 de agosto de 2012

El fracaso escolar

Anda preocupado mi amigo Silvestre por las cifras de fracaso escolar de los alumnos canarios de la ESO. En la última Evaluación General de Diagnóstico llevada a cabo por el Ministerio de Educación en todas las comunidades autónomas del país,  los resultados no pudieron ser más desalentadores. Canarias obtuvo los peores datos de todas las regiones -si exceptuamos Ceuta y Melilla- en competencias básicas instrumentales como son Matemáticas y Conocimientos Lingüísticos. La anterior titular de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito, había ido escamoteando a la opinión pública de las islas lo que era un secreto a voces: el bajísimo nivel de rendimiento académico de nuestros alumnos en los tramos de la enseñanza obligatoria. Así el alumnado del Archipiélago fue excluido del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) que se realiza entre los países de la OCDE para analizar las competencias educativas de los alumnos, lo que a la susodicha consejera, le parecía en 2007 bien ya que, según ella, “hay cosas que no tiene que venir nadie de fuera a decirnos”.


Es como si dijéramos, asevera  Silvestre, que la mejor manera de no tener enfermedades es no ir al médico ni hacerse nunca un chequeo. O que te lo haga un amigote de farra siguiendo tus instrucciones. Por todo ello, Dª Milagros anunció la puesta en marcha a partir de 2008 del Plan de Evaluación Diagnóstica de Canarias que llevaría a cabo el Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa, dependiente, cómo no, de la propia Consejería, que iba a iniciar esta tarea a partir de julio de 2010 (sí, dos años después). Así todo quedaría en casa y entre cocina y maquillaje se podría falsear la cruel realidad.

Me lo quedo mirando y me pregunto con temor a dónde quiere ir a parar.

- Como los nuevos mandamases de la cosa educativa canaria están tratando de arbitrar un gran pacto social para acabar con el fracaso escolar, considera mi amigo que no es cuestión de buscar culpables sino de ayudar en la búsqueda de soluciones. Entiende, me dice, que debemos aportar algo entre todos para paliar la falta de ideas –y de inversiones- de nuestros gobernantes.

Me echo a temblar porque temo su forma de pensar y le pregunto qué sugiere.

-Te voy a poner un ejemplo, amigo mío, referido a la competencia lingüística. Todos hemos observado cómo, al terminar un partido de fútbol, se suele entrevistar a los jugadores más destacados del encuentro. En muchas ocasiones se hacen preguntas a un deportista local y a otro, pongamos por ejemplo, argentino. Aunque probablemente la extracción social de ambos sea similar, mientras el jugador local farfullará cuatro tópicos de forma ininteligible, el sudamericano expresará sus ideas de manera clara utilizando un vocabulario rico y no precisamente conciso.

-Entonces ¿dónde está la diferencia?

-En el sistema educativo y en la importancia que se le da en uno y otro país a la expresión y comprensión oral y escrita. Debemos, pues, tomar medidas drásticas de inmediato, por lo que propongo que en los niveles educativos obligatorios se introduzca para todos los alumnos una materia que denominaríamos Español, Lengua Extranjera. A los alumnos se les diría que van a estudiar un nuevo idioma que se parece bastante al que habitualmente hablan pero que no es el mismo. Empezarían desde el principio, como en las clases de otras lenguas: “Mi nombre es Kevin Tanausú y tengo 12 años. ¿Cómo te llamas tú?”. Con ello se garantizaría que en el plazo de pocos años obtuviéramos una mejoría apreciable.

-Estás desbarrando, Silvestre.

-¿Desbarrando? Qué va. Además, como no hay buen aprendizaje de una lengua sin lectura, lo complementaríamos con un programa de animación que consistiría en la prohibición absoluta de leer literatura hasta cumplir 18 años.

-Tú estás loco, ¿cómo vas a prohibir leer?

-Claro, al estar prohibido sería mucho más atractivo para los adolescentes. ¿No has leído Farenheit 451 de Ray Bradbury? Me puedo imaginar en los patios de los institutos diálogos como éste:
                          - ¡Chas, loco! Me pasó un coleguita del barrio una cosa de Thomas Mann más guapa!
                          - ¿Qué dices, bro, no será La Montaña Mágica? Pásala cuando la termines que llevo montón de tiempo buscándola.

- Aunque no te lo creas, estas ideas que te parecen peregrinas como todas las mías pueden ayudar a elevar el nivel cultural de nuestros alumnos si, como espero, las hace suyas el Gobierno regional.
- Pero, ¿de verdad quieren acabar con el fracaso escolar en Secundaria para siempre? La solución es radical pero sencilla. Pongan como condición inexcusable haber titulado en la ESO para obtener el carnet de conducir. Te garantizo que empezaría un descuerne general entre nuestros jóvenes que sorprendería a propios y extraños. Ahí queda eso.

Cada día me asombran más las cosas de Silvestre

martes, 21 de agosto de 2012

...y al atardecer llueven meteoritos.

Como si les faltara algo a estas Islas Desdichadas, - lo de Afortunadas mejor lo dejamos para mejor ocasión- hace unos días Tenerife ha sido sacudida por un terremoto de 3’8 grados en la escala Richter. No contenta la madre natura con habernos mandado en los últimos años desastres varios como inundaciones y huracanes como el Delta, volcanes submarinos en El Hierro, una terrible sequía el pasado invierno y más seis sirocadas desde la primavera; no contento el destino con obsequiarnos con las tasas de paro más altas de toda España, con las cifras más altas de fracaso escolar y una Sanidad para echarse a temblar, ha decidido que la tierra nos dé un meneo.

En unas islas que arden por todos sitios –todavía no está extinguido del todo el terrible incendio de La Gomera- debido a la acción de unos desalmados y a la falta de cooperación y entendimiento entre las administraciones que son incapaces de ponerse de acuerdo ni siquiera en esto y con una Delegada del Gobierno para Canarias que se ha despachado inventando una detecciones inexistentes para vergüenza –si es que la ha tenido alguna vez- del partido que la eligió.

Pero tranquilos, ya desde Madrid y después de pasar un par de veces por las islas para hacerse fotos en los incendios, el ministro Soria con la actitud cínica que lo caracteriza, ha resuelto que la solución para todos nuestros males estriba en quitar la televisión autonómica y la policía canaria (esa, la Guanchancha) lo cual nos parece muy bien si no fuera porque cuando estaba en el gobierno de Canarias no hace mucho mantuvo ambas instituciones.

La situación de nuestras islas cada vez me recuerda más a lo que se canta y cuenta en la zamba catástrofe Añoralgias de Les Luthiers que interpretaron junto a Los Chalchaleros en un excelente disco de estos últimos del año 2000: Éxitos sin fronteras..

Sólo nos falta que al atardecer lluevan meteoritos.


sábado, 18 de agosto de 2012

Salmorejo de beterrada


Aunque, en una excelente entrada de su blog, Mikel López Iturriaga incluye entre las tediosas abominaciones culinarias de los restaurante de hoy,  que el llama los platos más sobados, “el gazpacho de cualquier fruta que no sea tomate”, no me resisto a aportarles una receta que, parodiando el viejo debate cultural entre evolucionismo y difusionismo, a lo mejor ya existía cuando la descubrí por mí mismo hace ya algunos años.

Es un salmorejo de beterrada (remolacha) y se hace con los siguientes ingredientes:

6 beterradas guisadas (Pueden ser de las que venden ya cocinadas)
1 diente de ajo sin el germen.
50 gramos de pan blanco.
Aceite de oliva virgen.
Vinagre de Jerez.
Sal.
Requesón de cabra
.
Remoja el pan en agua. Trocea la beterrada. Tritúrala con un diente de ajo, el pan blando, cuatro cucharadas de aceite, un poco de vinagre y sal. Guarda el puré en la nevera.

Ojo con el vinagre. Tiene que tener un punto justo para darle el toque de acidez al plato pero no hay que pasarse. Empezar mejor a echarlo poco a poco y probando.

Para servir, vierte el salmorejo en vaso o plato y pon encima una cucharada pequeña de requesón.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Mi primera vez

Esta es una de las pocas fotos que tengo de mi primer instituto, el Joaquín Artiles de Agüimes, donde impartí clases entre 1972 y 1974. En la imagen aparece un joven barbado que lleva el uniforme obligado de aquella década: Botas de cuero virado, pantalones de pana de campana, jersey de cuello vuelto y el anorak emblemático de mi generación. Ese era yo. Fueron mis primeros años de profesor de los que guardo un bello recuerdo. Todo era nuevo para mi. En ocasiones, como verán más adelante, demasiado nuevo.
Hace poco tiempo he vuelto a recordar aquellos días, pues mi amiga Isabel Duque escribió el año pasado una entrada en su Blog de una jubilada con el título también de Mi primera vez, que yo le copio ahora . Esto me dio pie para contarle en un comentario una historia personal que me ocurrió no ya el primer día sino la primera hora de clase y que ahora voy a contarles a ustedes.

Corría, como dije antes, octubre del año 72 -algo ha llovido- y con mi carrera recién terminada me ofrecieron un puesto de profesor interino de Geografía e Historia en el Instituto de Bachillerato de Agüimes, en Gran Canaria. Como era el último mono del centro mi horario comprendía todos los restos de asignaturas de letras que quedaban. Daba de todo: Lengua Española, Filosofía, Historia e Historia del Arte. Como era ya avanzado octubre, el director me puso un libro de texto de Lengua en las manos y me dijo que corriera al aula, que ya había tocado el timbre.

Me dirigí a la clase, entré, me presenté a aquel grupo de 3º de bachillerato del plan 57 (unos 13 añitos, angelitos míos) y les dije que, dada la fecha, íbamos a empezar sin más dilación. Me puse de pie detrás de la mesa, muy tieso y circunspecto, y con gran ceremonia abrí el libro de texto por la primera lección.

En ese momento el pánico se apoderó de mí. Allí, en aquel maldito libro, y en letras muy gordas ponía EL SINTAGMA NOMINAL. ¡Dios! - pensé- ¿esto qué es? ¿De qué habla este libro? ¿Pero esto no era Lengua Española? ¿Y el sujeto y el predicado? Me vino de repente un sudor frío y la angustia se me agarró a la garganta. Tomé aire y levanté la vista. Allí estaban aquellas caritas delante de mí esperando a que comenzara. Cerré el libro lentamente paseé la vista por la clase y les dije:

-Pero no. Aunque esté muy avanzado el curso, creo que debemos dedicar el día de hoy a conocernos un poco. A ver, mi niña, ¿cómo te llamas?, ¿y  tú?… y así seguí toda la hora.

Al llegar a casa le dije a mi mujer, que sabe mucho de estas cosas y que se partía de la risa, que me explicara qué carajo era eso del sintagma nominal. El resto del curso me fue dando clases particulares que me permitieron sobrevivir sin hacer demasiado el ridículo. Al parecer, mientras yo estudiaba Historia, los colegas de Lengua se habían dedicado con fruición a cambiar los nombres a todo.

De aquella primera vez aprendí dos cosas: que no se puede hacer algo sin estar preparado para la tarea y, sobre todo, que había nacido para ser profesor.

martes, 14 de agosto de 2012

El Panteón de Agrippa

Marguerite Yourcenar (1903-1987), poeta, novelista, dramaturga y traductora francesa. Es autora de libros de poemas como El jardín de las quimeras y Los dioses no han muerto y de novelas como Alexis o el tratado del combate estéril y Denier du rêve. En 1939, tras el estallido de la II Guerra Mundial, Yourcenar se trasladó a Estados Unidos, donde dio clases de Literatura Comparada. Tradujo al francés a Virginia Wolf y a Henry James.

Su novela más famosa, Memorias de Adriano, describe la vida y la muerte del emperador romano Adriano. El libro fue publicado en Francia en 1951, y fue un éxito inmediato, con una gran alabanza de la crítica. Tiene la forma de una epístola al primo de Adriano y su eventual sucesor Marco Aurelio. El emperador medita acerca de sus triunfos militares, el amor en la poesía y la música, y su pasión por su amante Antínoo. Fue traducido al español por Julio Cortázar. En el libro aparece una descripción de la cúpula del Panteón de Agrippa de Roma, obra arquitectónica del siglo II d.C.que se suele atribuir a Apolodoro de Damasco.

"Jamás la primavera romana había sido más dulce, más violenta, más azul. El mismo día, con una solemnidad más recogida y como en sordina, tuvo lugar en el interior del Panteón una ceremonia consagratoria. Había corregido yo personalmente los planes excesivamente tímidos del arquitecto Apolodoro. Utilizando las artes griegas como simple ornamentación, lujo agregado, me había remontado para la estructura misma del edificio a los tiempos primitivos y fabulosos de Roma, a los templos circulares de la antigua Etruria. Había querido que el santuario de Todos los Dioses reprodujera la forma del globo terrestre y de la esfera estelar, del globo donde se concentran las simientes del fuego eterno, de la esfera hueca que todo lo contiene. Era también la forma de aquellas chozas ancestrales de donde el humo de los más arcaicos hogares humanos se escapaba por un orificio practicado en lo alto. La cúpula construida con una lava dura y liviana que parecía participar todavía del movimiento ascendente de las llamas, comunicaba con el cielo por un agujero alternativamente negro y azul. El templo abierto y secreto, estaba concebido como un cuadrante solar. Las horas girarían en el centro del pavimento cuidadosamente pulido por artesanos griegos; el disco del día reposaría allí como un escudo de oro; la lluvia depositaría allí un charco puro; la plegaria escaparía como una humareda hacia ese vacío donde situamos a los dioses. La fiesta fue para mí una de esas horas a las que todo converge".

sábado, 11 de agosto de 2012

La sagrada guerra (Свящéнная войнá)

Hace algún tiempo me encontré, surfeando por la red, un video que me llamó la atención. En él, un niño cantaba sin música una canción rusa que sonaba como un himno. Escarbando un poco por internet, averigüé que formaba parte de una película soviética de 1972, dirigida por Boris Bolchek, cuyo nombre era algo así como El comandante de la suerte de Pike (no me fío mucho de la traducción del ruso de Google). Su argumento hablaba de la hazaña de un submarino que treinta años antes había burlado el bloqueo alemán en el mar de Murmansk. Al parecer se trataba de una película más de propaganda soviética de la época de la guerra fría.


Ese himno siguió dándome vueltas en la cabeza y me propuse averiguar algo más sobre él. Descubrí que se trataba de una canción, cuyo nombre en ruso aparece como título de este post, que se debe leer como Svyashchénnaya Voyná (Свящéнная войнá), en ruso y cuya traducción al español es La sagrada guerra. Copio directamente de la Wiki:
 “Fue una de las canciones más famosas de la Gran Guerra Patria, durante la época de la Unión Soviética. La letra fue escrita por Vasily Lebedev-Kumach durante los primeros días de la invasión a la Unión Soviética por el ejército alemán. El compositor de la música fue Aleksandr Aleksándrov, fundador del Coro del Ejército Rojo y compositor del Himno nacional de la Unión Soviética."
La letra, de Vasíly Lébedev-Kumách, fue publicada el 24 de junio de 1941 en los periódicos Krásnaya Zvezdá e Izvéstia. Un día más tarde, el 25 de junio, Aleksándr Aleksándrov compuso la música y el cántico fue ejecutado por vez primera al día siguiente, el 26 de junio de 1941, en la terminal ferroviaria Bielorussky de Moscú, por el Coro del Ejército Rojo, para animar a los soldados que partían para el frente de guerra. El cántico fue rápidamente aceptado entre las tropas; sin embargo, sólo se transmitió por radio el 15 de octubre del mismo año, después de derrotas colosales en la guerra, porque las autoridades pensaban que la letra era sombría y trágica. La melodía suena como toque de rebate y llama a la Guerra Sagrada de la nación entera contra sus invasores. En la primera década del siglo XXI, Svyaschennaya Voyna todavía se valora como un himno de guerra, de resistencia y de retribución sagradas.”
Me llama la atención de esta canción el carácter emotivo que tiene para el pueblo ruso todavía hoy en día, pues sigue siendo costumbre que los espectadores se pongan de pie al escucharla en señal de respeto a la memoria de los 25 millones de muertos de la Unión Soviética en la II Guerra Mundial, que ellos llaman La Gran Guerra Patria.
En este otro vídeo de 2009, la cantante Elena Vaenga la interpreta en un concierto dedicado a las canciones de la guerra acompañada del coro del Distrito Militar de Leningrado.

jueves, 9 de agosto de 2012

Sentir en portugués

La guitarra portuguesa es un instrumento que alcanza una gran sonoridad y riqueza cromática. Aunque habitualmente la escuchamos acompañando a la viola (nuestra guitarra) en la interpretación de fados, en manos de un buen solista es, simplemente, una maravilla. Antonio Chainho es uno de los grandes intérpretes de la actualidad.
Oigan con atención esta composición "Sentir em portugués"

martes, 7 de agosto de 2012

Aquel sabor


Hace ya algunos años, estábamos tres compañeros hablando de asuntos de trabajo cuando saqué un paquete de chicles de menta y les ofrecí uno. Uno de ellos comentó que si no nos habíamos dado cuenta de que ya era casi imposible encontrar chicles con azúcar. Dije entonces que yo añoraba los que, para mí, eran los mejores chicles del mundo momento en el que los tres gritamos a coro ¡BAZOOKA!
Y me vino entonces a la memoria como si tuviera doce años el sabor a fruta de aquella maravilla, su color que ha hecho que todavía hoy se hable del color rosa chicle, el envoltorio con los colores de la bandera americana y aquel diminuto comic en papel satinado que envolvía el masticable y que nos contaba las aventuras, inexplicables para muchos de nosotros porque venían en inglés, de un chico muy americano, Bazooka Joe, con gorra de visera y un parche en un ojo. ¿Dónde lo habría perdido?.
Al principio eran redondos, como con forma de tambor y unas acanaladuras que permitían partirlo para invitar a los amigos pues pocas perras para golosinas teníamos entonces. También venían en una barra larga que se podía partir con cuchillo para repartir. Este formato era como de gente rica. Más adelante evolucionaron hacia unas tabletas cuadradas que son las más conocidas.
El mayor placer era meterse dos o tres en la boca y hacer unos globos enormes que te estallaban en la cara. De repente desaparecieron del mercado canario y nunca más se ha sabido de ellos pero desde esta mañana tengo su sabor marcado en el cerebro.
¿Alguien sabe dónde conseguirlos?

lunes, 6 de agosto de 2012

Miénteme...

En 1954, Nicholas Ray dirige Johnny Guitar, una inusual película del oeste en el que se desarrolla una historia triangular de amor-odio entre Vienna (Joan Crawford), Johnny (Sterling Hayden) y Emma (una increíble Mercedes McCambridge). 


En una extrañamente hermosa escena de amor, posiblemente la más conocida del film, suena la música original de Victor Young.






domingo, 5 de agosto de 2012

Pompeya



Atardece en las viejas calles de Pompeya y un perro de los muchos que vagan por la ciudad proyecta una alargada sombra sobre las desgastadas piedras del pavimento de la vía.
Mirando al animal me pregunto si será descendiente de aquel otro perro pompeyano que murió encadenado en el zaguán porque nadie de la casa de Vesonius Primus, también llamada casa de Orfeo, se acordó de soltarlo cuando estalló el Vesubio en el año 79 d.C. y cuyo molde en yeso, como los de cientos de habitantes de la enterrada Pompeya, nos acerca el drama de los últimos momentos de la vida durante la erupción del volcán.
La tarde va cayendo lentamente y cuando abandonamos la ciudad me acompaña la imagen de los dos perros y una sensación de indefinible melancolía.

sábado, 4 de agosto de 2012

Ibáñez



Me ha llegado a través de una de las redes sociales en las que participo una petición de firma, que ha promovido la escritora Lucía Etxebarria, para apoyar que se conceda el Premio Príncipe de Asturias al humorista gráfico Ibáñez 

Al tiempo que iba rellenando el formulario con mis datos para apoyar con todas mis fuerzas esta petición, afloraban los recuerdos de infancia que, en mi caso y el de muchos niños de aquellos ya lejanos años, se relacionaban con la lectura semanal de los colorines que decimos en Tenerife o los cuentos en Gran Canaria o los tebeos en el resto del país.


Y recuerdo las primeras imágenes de Mortadelo y Filemón en blanco y negro a finales del los años 50, aquella locura tan divertida que era 13 Rue del Percebe y tantos y tantos personajes que aparecieron en el Pulgarcito o el DDT como El botones SacarinoPepe Gotera y Otilio o Rompetechos

Y creo que una forma de agradecer humildemente todos los ratos divertidos que me ha dado Ibáñez es pedir este premio para él e invitarles a ustedes mis lectores a que se sumen y, en la medida de lo posible, extiendan esta buena iniciativa.

Gracias, Ibáñez

viernes, 3 de agosto de 2012

Diego y yo

Maria-Mercè Marçal (Barcelona, 1952-1998), fue poeta, traductora y narradora. Ejerció como catedrática de Lengua y Literatura Catalanas en varios institutos. Además de tomar parte activamente en la vida literaria catalana, también participa en la política y en movimientos cívicos como el feminista, que no abandona nunca. Algunos cantautores catalanes han puesto música y voz a sus poemas, como por ejemplo Marina Rossell, Ramon Muntaner y Maria del Mar Bonet. Se dió a conocer el año 1977 con el libro de poemas Cau de llunes (Premio Carles Riba 1976). Desde entonces publica diversos poemarios: Sal oberta (1982), La germana, l'estrangera (1985) o, el último de ellos, Desglaç(Deshielo) que recoge su obra poética entre 1984 y 1988. En éste, incluye un poema dedicado a un cuadro de 1949 de la pintora mejicana Frida Kahlo (1907-1954) denominado Diego y yo.

La traducción del catalán es de José Agustin Goytisolo.

Sobre una pintura de Frida Kahlo

Yo tengo en mi cabeza
la cabeza de un hombre
-¡matriz sin salidero!
Y darlo a luz me mata,
me hace morir teniéndolo.
No es un hombre, es un niño,
como un diente clavado.
Si no nace, por dentro me devora,
si nace me hunde sesos y cráneo.
En medio de la frente tiene un ojo
que me vigila, frío,
para que culpa alguna me destierre
de este vetusto paraíso.

jueves, 2 de agosto de 2012

Tal como éramos: Leonard Cohen

En 1967 irrumpe en el panorama musical americano una figura cuya presencia permanece hasta nuestros días. El poeta, escritor y músico canadiense Leonard Cohen publica ese año su primer álbum Songs of Leonard Cohen en el que se incluye la canción Suzanne. Con letra y música de Cohen tiene su origen en el poema Suzanne Takes You Down incluido en el libro de poemas Parasites of Heaven de 1966.

Comienza diciendo:

Suzanne te hace bajar a su refugio junto al río
Puedes oir como pasan los barcos
Puedes pasar la noche junto a ella
Y sabes que está medio loca
Pero por eso quieres estar allí
Te ofrece té y naranjas
Que vienen desde China
Y justo cuando vas a decirle
Que no tienes amor para darle
Te coge y mece en sus brazos
Dejando que sea el río que conteste
Que siempre has sido su amante.

En el vídeo vemos al cantante interpretándola en el festival de la isla de Wight en 1970. Un poco desaseado el Leonard pero qué pedazo de canción.



miércoles, 1 de agosto de 2012

Un buen gin tonic para el verano


Está de moda. Reconozcamos que el viejo gintonic ha vuelto con una fuerza inusitada para sus años. En pubs, tabernas, bares y, en resumen, en todos los sitios de copas se le rinde una veneración que hace poco no tenía. De bebida colonial británica ha pasado en nuestros días a convertirse en casi un objeto de culto para sus seguidores.

La cosa empieza cuando el señor Sweppe inventó la tónica, con su añadido de quinina, y los distintos fabricantes de ginebra comenzaron a afinar sus herbáceas fórmulas. La mezcla del destilado (a veces rotundo, otras suave) y el refresco produce una bebida refrescante y con un punto amargo que nos recuerda que la vida sigue ahí.

La cosa ha llegado tan lejos que la original combinación se ha complicado. Si uno va a un lugar de copas y pide un gintonic no se extrañe si le plantean un interrogatorio acerca de la ginebra que prefiere, lo que llevará a la tónica que mejor la acompaña. Es importante seleccionar una buena tónica, que debe potenciar el sabor de la ginebra. También hay que tener en cuenta los aditamentos que mejor completan el combinado.

Si usted se decanta por una Hendrick’s escocesa la acompañarán de pepino, pero si su elección es una Bulldog verá en su copa, balón por supuesto, un trozo de regaliz y una corteza de naranja, mientras que la Citadelle francesa se verá ornada con flores de temporada y corteza de lima.

Pero ¿cuál es mi gintonic favorito? Descarto de antemano uno que aquí en estas islas es imposible de conseguir pero que he disfutado en otras islas y otro tiempo. Una parte de gin de Menorca, dos y media de tónica Kas (¿dónde andará metida?), hielo y una corteza de lima. Me tengo que conformar, pues, con lo que está a mi alcance: Beefeater, Fever tree y una piel de limón sutil.

Pero falta el ingrediente secreto del gintonic perfecto. Esta bebida hay que tomarla al atardecer, sorbito a sorbito, mientras el sol va cayendo sobre el mar, mientras meditamos sobre lo poco que somos y, pese a todo, lo bien que nos encontramos.

P.S. El gintonic que aparece en la imagen se hizo con ginebra Bulldog, tónica Schweppes, hielo, gajos de naranja y regalía (regaliz) de las duras. No estaba malo, no.